Su éxito, un detalle muy sencillo,elegir champiñón fresco, compacto y pequeño, laminarlo cuidadosamente, y rociarlo con limón, para que no se ennegrezca, esa es la clave.
Otro punto importante está en dejarlo al fuego, hasta que esté en su punto,ni duro ni demasiado blando, y así,y con cuatro ingredientes, obtendremos unos champiñones para chuparse los dedos.
INGREDIENTES:
- 1 KILO DE CHAMPIÑONES FRESCOS, Y PEQUEÑOS
- LAUREL
- 4-5 DIENTES DE AJO
- PEREJIL
- SAL
- ACEITE DE OLIVA
- VIRUTAS DE JAMÓN (OPCIONAL)
- PIMIENTA BLANCA
- CAYENA
Lavamos cuidadosamente los champiñones, y les quitamos toda la tierra, los laminamos , y rociamos con zumo de limón, removiendo para que se impregnen bien todos los trozos, reservamos.
En una cazuela de barro o sartén , disponemos un chorrito de aceite de oliva, dos dientes de ajo laminados, y una guindillita de cayena, dejamos sofreír hasta que se doren, con ayuda de una espátula, retiramos los ajos, y en ese aceite, echamos los champiñones laminados, la sal, la pimienta blanca, y removemos a fuego mas bien vivo, para que suelten el agua,, cuando veamos que empiezan a ablandarse, picamos cuidadosamente los dos dientes de ajo restantes, y las virutas de jamón, y poco antes de que el agua se consuma, lo añadimos a la sartén o cazuela, junto con una cucharada de perejil seco picado, dejamos sofreír, probamos, rectificamos de sal y pimienta si llega el caso, rociamos con un chorrito de limón, y...¡listo!